viernes, 30 de octubre de 2015

"Más que amigos" Capítulo 1

Un chico nuevo en clase

Un nuevo semestre, nuevas materias, lo que llego a mi cabeza ese día al despertar. Es cierto que no quería estar ahí, pero mis nuevas amistades hacían de ese lugar un espacio soportable; después de la separación con mis amigos de la secundaria, la preparatoria se volvió un espacio donde solo cumplía con ir y entregar los trabajos.

Justamente ese día, llegue al salón con el afán de saber los demás, que hicieron esos tan merecidos quince días de vacaciones, no era mucho tiempo, pero contaba cada uno de los detalles de su tiempo, después de todo eran mis nuevos amigos. Eran los mismos de siempre, o bueno los que quedaban, después que muchos fueran expulsados por sobrepasar el número de materias reprobadas, ya saben cosas sin importancia. Pero a pesar de eso mi grupo, mi pequeño grupo seguía intacto, no es que fuéramos los más aplicados del salón, pero nos preocupábamos con seguir ahí.

Jonathan había viajado con su madre y su padrastro a alguna playa cercana; Arturo estuvo en el rancho de sus abuelos y el resto de su familia, y Brenda, bueno ella al igual que yo, se la paso encerrada en su casa sin salir más que por a comprar víveres. En sí no era una buena plática pero eran nuestras pláticas, de temas sin sentido, pero al fin nos mantenían entretenidos todo el tiempo.
Y fue en ese momento en el que entro al salón por primera vez, un chico de piel blanca,  cabello rubio y semi- ondulado, con ojos de color azul, mirada indiferente y actitud pedante. Tomó una banca y se quedó ahí, en silencio, como si esperara que el tiempo pasara demasiado rápido, pues se notaba que no deseaba estar ahí, pero aun así su presencia se notó.

-se ve que un mocoso mamón- dijo Brenda
-no seas culera we- respondió Arturo- al igual y es chido-
-pues no se ustedes, pero yo voy a ir a hablar con el- dijo Jonathan antes de dejarnos para hablar con él.

Yo solo permanecí en silencio, tratando de ser pertinente en lo que debía de pensar, digo, después de todo, no se debe juzgar a las personas por su apariencia, ¿o no?

-hola- dijo Jonathan- soy Jonathan, ¿Cómo te llamas viejo?

El chico lo observo detenidamente antes de contestar, como si examinara si es que era una persona digna de merecer sus palabras.

-hola- dijo con cierto tono de desinterés- soy Alex

Esas tres palabras fueron lo único que dijo, la única información que proporciono al resto de los oyentes de aquel lugar, o bueno, solo hasta que llego el primer profesor y le pidió que se presentara ante los demás.


Esa fue la primera vez que tuve contacto con él, sin sentimientos, sin sensaciones extrañas, solo un individuo más en el salón de clases, una banca más ocupada en el salón de clases.





---J.M---

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